Las tomateras siguen creciendo, descubrimos que ya tienen tomatitos verdes, también se les ve alguna plaga que tocará controlar, y aprendemos a atar las matas a los tutores (cañas o palos).
Además, regamos bien todos los bancales para retirar las malas hierbas que crecen y crecen sin parar. Mojando bien el terreno conseguimos que las raíces de las malas hierbas salgan con mayor facilidad.
Por último, hemos alucinado con los girasoles, que están preciosos y admiramos su belleza.